
El tiempo comenzó a pasar lentamente después de recibir su postal. Se paró en el momento en el que le vio al fondo de las escaleras.
Se abrazaron, reconociéndose, Ennis sólo veía por los ojos de Jack, ya no le importaba nada, sólo su ansiedad, cuando le besó sintió que volvia a vivir, y de repente..todo encajó. Nada, nada había cambiado.
La noche en el motel fue larga. Apenas durmieron, ávidos el uno del otro, tratando de beberse de un trago todo el deseo, la incertidumbre, el vacío de aquellos cuatro años.

Nada había cambiado, bueno sí, Jack tenía alguna cicatriz más, pero ya no hacía rodeos. Ennis iba de rancho en rancho. Ambos eran padres y esposos. Pero les faltaba algo, alguien...el otro.

Tenían un fin de semana, y Ennis no deseaba pensar. La duda y el remordimiento se presentaron al observar la cara de disgusto de Alma, y la alegría de su hija.
A medida que se lejaban de Riverton, su corazón dejó de sentirse culpable. ¡Qué demonios!. Jack estaba a su lado,silbando melodías que salian de la radio, y el viento le daba en la cara. Si alargaba la mano podía tocarle. En todos esos días, hubiera dado lo que fuera por un momento así,estar con Jack, el compañero, el amigo, el amante...porque él era todo.
Incluso el fantasma que se hacía presente cuando conseguía otro trabajo, le sonaba la nariz a una de sus hijas, o hacía el amor con su mujer.
Sí,...la brisa de las montañas era su bálsamo. Cerró los ojos, y todo volvió a su sitio.
Pararon a comprar provisiones, y pertrechados con lo justo para un par de días, y un poco más de whisky, a mediodía llegaron a un claro. Jack se había mostrado ocurrente y divertido durante todo el viaje. Todavía no se creía que Ennis accediera a ir con él. Todo era como en un sueño y se resistía a despertar. Sentía que el corazón iba a estallarle.
- ¿Por qué hemos comprado carne?, ¿no íbamos a pescar?.
- Ya...pero si tú no sabes pescar - rió Ennis
- ¿Estás seguro?...
Nada había cambiado.
Al llegar, Ennis, con su sentido práctico, intentó instalar la tienda, pero Jack no le dejó.
Empezó por quitarle el sombrero, y sus bocas se juntaron en un beso interminable. Ennis trataba de controlar su temblor, y las oleadas de calor que le producía tenerle tan cerca, e intentaba despegar sus labios.
- Jack...Jack espera...ahora no...¿qué quieres?,...¡¿dor..mir..al raso...o qué?!
- Bueno... - le miraba como sólo él lo hacía, provocándole - pues entonces, habrá que darse un baño primero, porque así nos va a ser imposible. ¡Tonto el último!.
En menos de diez segundos se desnudaron y saltaron al agua. Libres.
La tarde murió deprisa entre besos, caricias, susurros, risas y silencios. Demasiado tiempo. Pero nunca demasiado amor.

Anocheció, y el río que les había acogido fluía tranquilo, adormeciendo a Ennis. Se recostó, mientras observaba a Jack. A la luz del fuego, su perfil era más hermoso de lo que Ennis recordaba. Se esforzaba en no perder detalle, y guardar en su memoria ese instante. Su cara, sus ojos, sus manos. No acertaba a dejar de mirarle y escuchar algo que le estaba contando acerca de una camioneta.
Camionetas..mañana tendrían que irse. Pero aún no.
Jack no estaba borracho, o sí, pero de algo distinto. Levantó la cabeza y se encontró con la mirada de Ennis, su pelo revuelto, y aquella expresión...

Estuvieron perdidos, así, incapaces de ver más allá de los ojos del otro, de fingir, de apartarse, largo rato.Sin decir nada.
Ennis alzó la vista. Se concentró en la luna. Las palabras se agolpaban en su cabeza, pero le era imposible pronunciar ninguna.
"¡Joder Jack, deja de mirarme así..!", pensó. Ese escalofrío que tantas veces sentía cuando le sabía cerca, iba apoderándose de su pecho.
Jack reprimió una sonrisa. Conocía bien sus silencios.
- ¿Hay algo interesante en el cielo? - le dijo.
Ennis reaccionó.
- Estaba mandando una plegaria para dar gracias...
"Gracias por volver a vernos, por tenerte aquí, cuando pensaba que ya no te vería nunca más".

Ennis, sentía que sus ojos le traspasaban. "Porque no quiero irme, no quiero estar sin ti, porque, porque te..."
- ¡Porque no te has traído la armónica!, me gusta esta tranquilidad.
Rieron. Sí, nada había cambiado.
10 comentarios:
Anónimo, qué bonito y sentido, gracias. Y gracias a tí, Alas, por darle espacio y que podamos disfrutarlo.
Precioso!! cuando ellos estan juntos, realmente que vuelven hacer lo que fueron cuando estaban en Brokeback!..
Realmente muy lindo, anónimo sigue escriendo siempre así..
Madre mía...
Alas amiga esta increible y perenne como su amor,siempre así,podría ser siempre así....
Alas sabes vi Casanova con Heath el fin de semana,y si no me había enamorado de él,woww¡¡¡¡ esta increible,seductor,divertido y esa voz,con esas pelucas y encajes que lejos del austero vaquero de Wyoming,y la peli parece una opera de Mozart o Rossini,hace tiempo que no me reia a gritos y sin embargo cuando se lo llevan los agentes del obispo,tiene ese mismo gesto de contraridad que cuando lo arrastra a bailar Cassy en el bar....Ultramar
Escritor/a Anónim@...mis sinceras felicitaciones por este dulce y maravilloso relato, me siento muy orgullosa de publicar en mi casita estos regalos que nos haces, y te digo que hay mucha gente curiosa por saber tu verdadera identidad, jajaja. Yo no hago presión, solo transmito inquietudes, pero bueno, esto también es una buena estrategia de marketing, jejeje...besitos.
Ah, Ultramar...¿viste a Heath que lindo todo maquillado?......¿viste los extras y cómo hace acrobacia?...a mi me encanta. A propósito recién pusieron Proof en el cartelera, ¿vas a verla?...
Felicitaciones, escritor anónimo!!
Gracias por poner en palabras justas el momento más dichoso de nuestra historia, gracias por contar ese maravilloso reencuentro.
Y Alas, gracias a vos un hada y un vaquero soñador se reunieron un viernes de agosto...
Ehhh Jackfkntwist, ¡no sabes qué feliz me hizo ese encuentro!, sólo ayer me enteré, felicidades a los dos...un beso y un abrazo enormes!!!!!!
hola jajaa si ve increible maquillado,con esos ojos sombreados y casi vuelve loca de deseo a su virgen prometida jajjaja que cuando lo veia rompia lo que tuviera a mano,pero cuando me dejo loco es cuando la luz de los fuegos artificiales iluminan su rostro en la noche de carnaval y el con esa emoción dice Carnaval¡¡¡¡¡Ultramar...
pues nose no había pensado en el peli de Jake,he estado muy ocupado.....
Anonimo, gracias por volver.
Qué maravilloso... me emocioné mucho con este relato... y por supuesto tiene frases muy especiales; su sencillez les hace más significativas y más propias de Ennis y de Jack:
"Si alargaba la mano podía tocarle"
"Sí,...la brisa de las montañas era su bálsamo. Cerró los ojos, y todo volvió a su sitio"
"Todo era como en un sueño y se resistía a despertar"
"La tarde murió deprisa entre besos, caricias, susurros, risas y silencios"
"Estuvieron perdidos, así, incapaces de ver más allá de los ojos del otro"
Un abrazo.
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